La
guerra y la revolución:
La guerra introdujo profundos cambios en el
proceso revolucionario. (…) Para defenderse, los revolucionarios apelarán a
medidas destinadas a aterrorizar al adversario. La guerra originó, pues, el
Terror. La Revolución (…) será en lo sucesivo sanguinaria; el Terror provocado
por la guerra, va a ser erigido en forma de gobierno. J. Godechot.
Las revoluciones 1770-1799. Labor.
1981.
Para la sólida clase media francesa que
permaneció tras el Terror, este fue (…) el único método eficaz para conservar
el país. Esto lo logró, en efecto, la República jacobina a costa de un esfuerzo
sobrehumano. En junio de 1793 sesenta de los ochenta departamentos de Francia estaban
sublevados contra París; los ejércitos de los príncipes alemanes invadían
Francia por el norte y por el este; los ingleses la atacaban por el sur y por
el oeste; el país estaba desamparado y en quiebra. Catorce meses más tarde,
toda Francia estaba firmemente gobernada, los invasores habían sido rechazados
y los ejércitos franceses ocupaban Bélgica y estaban a punto de iniciar una
etapa de veinte años de ininterrumpidos triunfos militares. E. Hobsbawm.
La era de la revolución. 1789-1848.
Crítica. 2009.
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